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jueves, 20 de marzo de 2014

Tóxicos que Feminizan




La industria química y los tóxicos que feminizan, la agenda de la homosexualización

A estas alturas ya queda bastante expuesta la evidencia de que existe una agenda para feminizar y homosexualizar tanto a nivel fisiológico como a nivel psíquico y moral ya no solo a los varones de nuestra especie la humana,  sino que también y de rebote afecta a las especies animales (a nivel fisiológico solamente) por estar estas también expuestas a los mismos tóxicos químicos como lo estamos los humanos, mismamente se ha descubierto este efecto en los animales de la fauna acuática que están expuestos a los vertidos fecales de las ciudades e industrias en ríos, en mares y océanos.
En este nuevo documental emitido por el canal 2 de Radio Televisión Española se vuelve a tratar de forma rigurosamente científica el asunto de la feminización de los varones a causa de los tóxicos químicos que ingerimos a través de la industria alimentaria principalmente, los phtalatos, el Bisfenol A, los PCBs, DDT, éteres de glicol, pesticidas y otros agentes químicos que muchos de ellos funcionan como estrógenos, como hormonas femeninas y que están omnipresentes en los alimentos principalmente debido a los plásticos que son los principales agentes contaminantes en la cadena alimenticia, sin olvidar todos los vegetales, verduras, frutas, cereales y cómo no, los tan temidos OMGs o alimentos transgénicos o genéticamente modificados, sobre los cuales se está desencadenando un verdadero rechazo a nivel mundial por los estragos que causan a la salud del ser humano y del reino animal también, cosa que es un hecho demostrado científicamente a pesar de que las multinacionales del sector lo sigan negando por sus evidentes y propios intereses.
Basta echar una mirada a las estanterías de los supermercados y vemos que resulta ya difícil encontrar alimentos que no estén envasados en plástico, solamente y de momento se salvan los licores y vinos de cierta calidad, lo demás todo viene envasado en plástico o en latas de aluminio que igualmente son nefastas para la salud por el propio metal. Los plásticos son materiales cuya descomposición o degradación comienza desde el mismo instante de su fabricación, soltando a lo largo de su vida toda una gama de tóxicos químicos y disolventes sobre los alimentos envasados con ellos, principalmente y como mencionábamos los phtalatos y el Bisfenol A que demostrado está, producen cáncer y feminización en los machos.
Lo peliagudo de este asunto es que si esto ya se sabe y queda archidemostrado científicamente, cómo es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no toma cartas en el asunto y prohíbe de forma tajante el envasado de cualquier producto de consumo humano en envases de plástico, no ya solo por el crimen que supone para el ser humano y la perpetuación de nuestra especie, sino por los alarmantes niveles de contaminación por plásticos que sufre este enfermo planeta y por los residuos químicos de deshechos que producen las industrias que lo fabrican. Dicho lo cual y refiriéndonos a la OMS podríamos pensar y como dice el refrán que “QUIEN CALLA, OTORGA”
Sí, ya sabemos que hay muchos intereses creados en torno a las industrias petroleras principales responsables de este problemón, y también de las industrias del plástico y la de los envases, pero viendo como vemos que ninguna autoridad mundial ni estatal toman cartas en este escandaloso asunto, hemos de pensar que no solo no les importamos un pimiento a gobernantes, gobiernos e industrias del sector, sino que además y como consecuencia de estos daños que estos químicos causan a nuestra salud, se le añade también al problema los gigantescos beneficios que dejarían de percibir las industrias farmacéuticas debido a la extensísima gama de enfermedades , entre ellas el el cáncerque estos  químicos dejarían de producirnos si se erradicaran de la cadena alimenticia. En definitiva, hay demasiados intereses económicos de por medio y en un mundo donde importa más un pequeño puñados de dólares o euros que la vida de un ser humano, mucho nos tememos que nuestras queridas autoridades gubernamentales, económicas y científicas vayan a mover un solo dedo para beneficiar nuestra salud incluso la de sus propios hijos y nietos. De modo que esto va a seguir así de momento hasta que la ciudadanía mundial diga: BASTA!!!
Estamos ante un asunto de responsabilidad individual y de concienciación ciudadana principalmente, pues mucho nos tememos que ni la OMS, ni gobierno alguno ni industrias, van a dar un paso atrás en este asunto que tan pingues beneficios les reporta a las industrias, a pesar de los graves daños que causan a ser humano individualmente y como especie incluidas también las especies animales. La humanidad al unísono debe de tomar conciencia y comenzar de una vez por todas a rechazar todo alimento que venga envasado en plástico incluida el agua envasada, las latas de conservas recubiertas interiormente con resinas de epoxi, latas de aluminio, etc, etc, etc.
Los ciudadanos deben de tomar responsabilidad sobre su propia salud y no dejar esta responsabilidad en manos de otros a quienes no les importa ni la salud ni la vida de nadie sino solo los beneficios económicos y el dinero. De modo que es responsabilidad de cada uno aceptar o no el ser envenenados a sabiendas de que esto está sucediendo y de que ningún otro va a venir a solucionárnoslo. Es hora de enfrentar este crimen y rechazar todo aquello que nos daña individualmente o colectivamente.

La noche temática – Hombres en peligro

La producción de espermatozoides en el ser humano ha sufrido una caída espectacular, un 50% en los últimos 50 años, además ha habido un aumento dramático en el número de casos de cáncer de testículo y de esterilidad, así como en el número de malformaciones congénitas en los órganos reproductivos masculinos. La vida salvaje también parece estar bajo amenaza: se ha observado una feminización de la población de peces o ranas, malformaciones sexuales en lagartos o aves. Todo apunta a componentes químicos como:
PCBs, DDT, éteres de glicol, los ftalatos, pesticidas, etc. Se les conoce como “disruptores endocrinos” y son capaces de alterar el sistema hormonal y ocasionar diferentes daños sobre la salud.