El Sistema y la doctrina del Comunismo-Socialismo, es reconocido por gran
mayoría de historiadores, aun por los mismos soviéticos, fue por primera vez
implementado, experimentado y practicado en la Misiones Jesuitas Guaraníes del
Paraguay del Virreinato del Río de la Plata en Sudamérica. Los Jesuitas educaron
a Karl Marx y fueron sus tutores mientras éste escribía el Manifiesto Comunista
y el Das Kapital plasmando así y culpando a los judios de algo que los
Perfectibilistas Illuminatis creados por los Jesuitas eran culpables y luego
llevarían a la practica por un tiempo en la Revolución Francesa. Los Jesuitas
educaron a Lenín en la Universidad de Génova de Suiza y fue a instancias de
Diego von Bergen embajador del Vaticano para la Republica de Weimar fue quien le
dió a Lenin el famoso "Tren Precintado" que lo introdujo en Rusia para comandar
la Revolucion "Bolchevique". Los Jesuitas educaron a Stalin en un seminario
jesuita ortodoxo en Tiflis, Georgia. También Molotov era un jesuita y asesor de
Stalin. Fue gracias al Jesuita Edmund Walsh de E.E.U.U. que la Rusia Comunista
recibió ayuda internacional en forma de dinero lo cual ayudó a los Sovieticos a
financiar su totalitarismo. Gracias francmason de grado 33 Ford, la industria
armamentista rusa nació en la planta de Gorky en Nishni Novgorod. Los Jesuitas
educaron a Mao Tse Tung y a Ho Chi Min. Los Jesuitas educaron a Fidel Castro.
Los Jesuitas pusieron al poder a Chavez en Venezuela y a Correa el Ecuador.
Ahora a través de su iniciativa MAGIS están creando su Neo Comunismo 2.0,
que será implementado en el Gobierno Mundial de la Bestia predicho por el
Padre en el libro del Apocalipsis (Revelación) el Nuevo Orden Mundial, el cual
durará 42 meses, 3 años y 1/2.
Los mismo conceptos de plazas grandes comunistas, como la Plaza Roja de
Moscú, la Plaza Tian An Men de China o la Pyongyang de Corea del Norte, todas
estas se inspiraron en la misma estructura de las ciudades diseñadas por los
jesuitas en las cuales los pobres guaraníes eran prisioneros de por vida.
Grandes Plazas, Grande edificios, desfiles todos los días, todo sucedió primero
en las Reducciones y Comunas Jesuitas de Suramerica.
El Sistema y la doctrina del Comunismo Socialismo, es reconocido por gran
mayoría de historiadores, aun por los mismos soviéticos, fue por primera vez
implementado, experimentado y practicado en la Misiones Jesuitas Guaraníes del
Paraguay del Virreinato del Río de la Plata en Sudamérica.
El historiador y cristiano R. W. Thompson documenta en su libro "Huellas de
los Jesuitas", página 174:
"Los inocentes indios fueron seducidos fácilmente por actos de bondad, y el
resultado fue que, en el transcurso de un breve período, se logró establecer una
serie de lo que fueron llamadas “Reducciones” - o, más propiamente hablando:
“Villas”, - con una multitud de indios congregada a su alrededor, toda una
congregación, al final, varios cientos de miles. Estos constituyeron el Estado
jesuita, y eran todos, por la simple ceremonia del bautismo, traidos bajo el
dominio de los jesuitas".
". . . Cada “Reducción” era gobernada por un padre jesuita, con el apoyo de
un vicario y un cura como asistentes, de los cuales cuyo principal deber era el
espionaje. "
"En cada “Reducción” a los nativos se les permitió escoger un magistrado
secular, con poderes limitados y sin importancia sobre tales asuntos temporales
como podría ser confiada a ellos sin menoscabar la función teocrática del
Gobierno. Fue en todo lo referente a la gestión de los asuntos públicos, una
monarquía absoluta, con todo su poder centrado en el General en Roma, cuya
autoridad era aceptada como igual a la de Dios, y a cuya obediencia se exigía a
todos ".
"Aparte de esta autoridad de gobierno. . . la igualdad universal
prevaleció. Los principios del socialismo o el comunismo - muy parecidos a como
ahora se entienden [1894] - regian todas las Reducciones. . . Todo se llevaba a
cabo en obediencia a ellos, y nada en contra de sus órdenes era tolerado.
Rígidas normas de conducta y horas de trabajo fueron prescritos, y los
violadores de estas leyes fueron sometidos a castigos corporales. Lugares de
culto, escuelas y residencias palaciegas de la Padres jesuitas, fueron
construidas por el trabajo común y en el expensas de las arcas comunes. El
sufragio era universal, pero la sanción de los jesuitas era necesaria para la
validez de la elección."
La mismísima Enciclopedia Católica de la Gran Ramera, New Advent, dice
sobre éstas Misiones Jesuitas:
El Sistema Económico de las
Reducciones
“La base económica era una especie de comunismo, y era esencialmente
teocrático. "Los Jesuitas", escribe Gelpi y Ferro, "realizaron en su república
cristiana [Nota del Traductor: “Católica”, nunca cristiana] todo lo que es bueno
y nada de lo que es malo en los planes de los socialistas y los comunistas
modernos". La tierra y todo lo que estaba sobre ella era la propiedad de la
comunidad. La tierra fue repartida entre los caciques, que se asignaban a las
familias en virtud de ellos. Los instrumentos agrícolas y los proyectos de
ganado eran prestados de forma común. No se le permitía vender su parcela de
tierra o de su casa, llamada abamba, es decir, "posesión." Los esfuerzos
individuales de los indígenas, debido a su indolencia, pronto demostró ser
insuficiente, con lo cual las parcelas separadas se dejaron de lado por los
campos comunes, llamados Tupamba, "propiedad de Dios", es decir, que eran
cultivados por la mano de obra común, bajo la dirección de los Padres.”
En el libro “En la tierra Jesuita, las Misiones Jesuitas del Paraguay”,
1912, el historiador W. H. KOEBEL, en el capitulo XVII, titulado “La
Constitución de las Reducciones”, dice:
"Lo que podría llamarse la Constitución de la República jesuita debe ser de
especial interés para recordar en el momento actual, cuando el ambiente está tan
cargado de socialismo experimental. Hay muchas definiciones de socialismo puro,
y las ideas no varían ni un poco incluso en relación con el comunismo. Pero
desde un punto de vista popular el gobierno jesuita fue probablemente el más
importante de las instituciones socialistas de la clase que el mundo haya
conocido jamás."
"El trabajo en el campo comenzaba en la madrugada, y se continuaba durante
casi todo el día, con una pausa para el descanso que se prolongaba desde el
mediodía hasta las dos. El trabajo era obligatorio en las colonias de los
jesuitas, y esta regla se aplicaba rigurosamente entre los de buena salud. La
falta de trabajo, de hecho, era seguida por el inevitable castigo del
culpable."
"Como ya se ha explicado, los misioneros ejercían una supervisión estricta
sobre la moral de sus adeptos. En tales casos se ejercía una autoridad que era
superpaternal. Por sus leyes los indios varones eran obligados a casarse a la
edad de diecisiete años, y las hembras a la de quince años. A aquellas edades
los miembros de ambos sexos eran llevados ante los Padres, y los que no había
elegido sus compañeros eran proporcionados por los misioneros con este
complemento necesario en aquel mismo lugar. Desde un punto romántico y
sentimental de ver el resultado de estas matrimonios al azar, debe haber sido
lamentable."
"Los jueces de los crímenes eran los jesuitas, y se ha alegado en su contra
por parte de algunos de sus críticos que sus métodos de censura eran
excesivamente drásticos. Se dice, por ejemplo, que tanto hombres como mujeres
eran azotados hasta que la sangre corría en arroyos por la espalda desnuda. Los
jesuitas, por su parte, afirman que estos castigos no eran tan severos como era
necesario."
"El castigo físico, sin embargo, no era la única forma de castigo aplicado
en las Reducciones. El régimen de aislamiento fue aplicado con frecuencia, así
como las penitencias y privaciones de todo tipo."
Diccionario Científico, Teórico, Estadístico, Comercial, Jurídico y
Sociológico Recopilado por el Profesor Manuel Serra Moret.
Doctrina basada en la comunidad de bienes. Más que una doctrina, es una
mística heredada de las comunidades primitivas donde la simplicidad de los
medios de producción y de cambio no había desarrollado en el hombre el estímulo
de superación y el apetito de los goces materiales. Las primeras comunidades
cristianas fueron modelos de comunismo práctico, pues cuantos entraban en la
nueva secta tenían que renunciar a sus bienes y compartir los medios comunes de
subsistencia y de placer. [Nota de Maxi: Esta última afirmación es parcialmente
falsa. Para conocer las razones oir el siguiente audio] Las congregaciones
religiosas, particularmente las católicas, practican los principios del
comunismo y sus miembros tienen que renunciar a su propiedad personal en
beneficio de la comunidad, restringida a su propia orden. Las tendencias
comunistas dentro del cristianismo han retoñado continuamente a través de los
siglos, en las sectas de los alzanos, en Italia de los beghards, en el norte de
Francia y en Alemania; de los lollards de Norfolk, en Inglaterra; los frailes
tejedores, de Bruges; las fraternidades para la vida en común, en los Países
Bajos; los taborites, de Bohemia; las fraternidades, de Moravia; los
anabaptistas del siglo XVI, etc., etc. Los jesuitas lograron implantar el
comunismo en las reducciones del Paraguay durante muchos años. Todavía hoy,
existe en el Estado de Alabama de los Estados Unidos una colonia comunista
llamada Fairhope, fundada en 1895 y algunas colonias judías de reciente
fundación en Palestina. Modernamente, una rama del socialismo internacional se
ha llamado a sí misma comunista por fidelidad a la fraseología marxista y al
Manifiesto Comunista redactado por Marx y Engels en 1847. Los anarquistas se
llaman también a sí mismos comunistas libertarios, pero, aparte la concordancia
que pueda existir entre las doctrinas y los nombres, hay que reconocer que el
comunismo en su significación prístina sólo encuentra realización práctica en
las órdenes religiosas y más particularmente entre las católicas y las
budistas.
A continuación les traigo el documento definitivo que demuestra que el
Moderno Comunismo Socialismo fue diseñado, implementado y perfeccionado en las
Misiones Jesuíticas Güaraníes del Paragüay. Se trata del Libro: "El Comunismo en
las Reducciones, La Compañía de Jesús en el Paraguay", escrito por un gran
paraguayo, Blas de Garay. - Hermano Maximiliano.